La historia de la salsa se remonta a siglos atrás, durante el triste período de la esclavitud. Millones de africanos fueron llevados a América, y con ellos trajeron sus ritmos y danzas tradicionales. Estas expresiones culturales se mezclaron con las melodías indígenas y las influencias europeas, especialmente las provenientes de España.
La música africana se caracteriza por su vitalidad, sus ritmos polirrítmicos y su intensidad emocional. Estos elementos se entrelazaron con los géneros musicales populares de la época, como el son cubano y la rumba, dando lugar a la creación de nuevos estilos musicales en el Caribe.
La salsa, como la conocemos hoy en día, es el resultado de esa fusión cultural. Aunque el término «salsa» se popularizó en la década de 1960, su origen se remonta mucho más atrás. Fue en los barrios latinos de Nueva York donde la salsa comenzó a ganar popularidad, gracias a la creatividad y el talento de músicos y bailarines de diversas nacionalidades.
En resumen, la salsa es el resultado de la mezcla de ritmos africanos, influencias europeas y géneros musicales caribeños. Es un reflejo de la diversidad y la riqueza cultural de América Latina. Así que prepara tu cuerpo y alma, porque la salsa nos invita a bailar y celebrar la vida al ritmo de su contagioso compás.